Apuesta por la calidad en tus productos y servicios.
Introduce métricas para evaluar la calidad de tus productos y servicios.
Analiza las mejores prácticas de tu sector.
Aplícalas a tus procesos.
Orienta a los clientes tus productos y servicios.
Utiliza tus datos históricos para personalizar tus productos todo lo posible.
Fija y cumple tiempos de respuesta satisfactorios para las incidencias
Entrégalos en las mejores condiciones.
Cuida las entregas, son una de las fases más críticas.
Ten en cuenta la disponibilidad del cliente a la hora de las entregas.
Comprueba que el producto ha sido recibido correctamente.
Si no ha sido así, reacciona antes de recibir una queja del cliente.
Cuida a tus empleados, son la cara visible de tu empresa.
Ellos hacen la entrega de tus productos y servicios.
Dales la formación necesaria.
Dales la orientación adecuada.