Introduce métricas para evaluar la calidad de tus productos y servicios.
Suele pensarse que producir con alta calidad es más caro, pero no es cierto. Si introducimos la calidad, incrementaremos la eficiencia de nuestros procesos, reduciremos los costes y nuestros productos y servicios acabarán siendo más baratos a largo plazo.
Por eso debemos apostar por la calidad y lo primero que debemos hacer es medirla, introducir las métricas necesarias para poder evaluar el nivel de calidad de nuestros productos y servicios, desde el diseño de los mismos hasta su entrega final al cliente.
Además, producir con calidad nos abrirá las puertas de un mercado mucho mayor, la Unión Europea, en la que ya todo el mundo trabaja así. Entraremos en una dinámica de mejora continua, muy beneficiosa, que hará que incluso nuestros empleados estén más contentos y motivados.
Analiza las mejores prácticas de tu sector. Aplícalas a tus procesos.
Hoy en día los estándares de calidad se pueden incorporar perfectamente en las pequeñas y medianas empresas, es decir, que estas pueden equipararse en eficiencia y situarse al nivel de las más grandes, compitiendo en igualdad de posibilidades.
Por eso debes estudiar a las empresas de tu sector cuyos productos tengan fama de muy buena calidad. Debes comenzar con los líderes, por supuesto, pero no reducirte a ellos, pues ahora mismo hay muchas pequeñas y medianas empresas que ya trabajan con un alto nivel de excelencia.
Atención: se trata de adquirir conocimientos para aplicarlos a tus propios procesos de producción y conseguir mejorar la calidad de tus productos, no de espiar a la competencia y copiar su manera de trabajar.
También puede ser interesante investigar dentro de nuestra empresa, por si hay algún departamento distinto del nuestro que ya trabaje con un alto nivel de calidad. En este caso podemos, además de aprender, trabajar de manera conjunta con sus responsables.
Mejora también la imagen de tus productos y servicios.
Es evidente que incrementar la calidad redunda en una mejor percepción de nuestros productos y servicios por parte de los usuarios. Pero también es cierto que esta mejora se produce en el medio y, sobre todo, en el largo plazo.
Por eso es importante trabajar también en mejorar directamente la imagen de nuestros productos y servicios, especialmente si tomamos la decisión de cambiar los procedimientos de fabricación y apostamos por la calidad. Necesitamos comunicar al mercado nuestro nuevo enfoque.
Existen varias maneras de incrementar el posicionamiento a corto plazo de nuestro portafolio en el mercado y cada organización debe elaborar el plan de marketing que más le convenga, dependiendo de su punto de partida y de la estrategia que se haya marcado.