Escucha a tus clientes, sea cual sea el canal por el que te hablen.
Presta atención a las Redes Sociales: Resuelve los problemas antes de que se hagan virales y dañen la imagen de tu empresa.
Localiza a los posibles prescriptores de tus productos. Crea e impulsa una comunidad para ellos.
Conoce y satisface sus expectativas.
Analiza todos los contactos del cliente con tu empresa.
También el histórico de productos y servicios que ha adquirido.
Haz preguntas: Realiza encuestas de satisfacción.
Responde a tus clientes.
Atiende y resuelve todas las preguntas, incidencias, reclamaciones, garantías, cambios y devoluciones. Hazlo en el menor tiempo posible.
Adelántate a los problemas y a las necesidades (sé proactivo).
Utiliza técnicas de predicción de pedidos para realizar ofertas.